viernes, 10 de enero de 2014

Círculo de Mujeres - Círculo de Hombres



Querid@, con gran alegría y también emoción quiero compartir contigo éstas palabras de Marianna de Arboleda de Gaia, puedes remitirte a http://www.lavozdelaarboleda.blogspot.com.es/ para contactar con ella y profundizar.
Conocí personalmente a esta hermana del corazón, en agosto 2013, compartiendo un maravilloso encuentro con Ñaupany Puma, sacerdote solar, del Ecuador, descendiente de los Incas, un honor haber estado en ese solsticio de verano junto a ellos, en otro apartado te contaré más de Ñaupany.
Decirte que al escuchar a esta Doñita (forma respetuosa de nombrar a una mujer de la tierra) formando un círculo sagrado, en esa ocasión de hombres y mujeres, parte de lo que leerás más abajo, me sentí una privilegiada por compartir ese espacio de hermandad y sabiduría. 


Encendido de todas las velas, previo al armado del Laberinto.
Por otro lado, esta incansable trabajadora, hace tiempo que viene creando Laberintos de Luz, que también tuve la fortuna de recorrer, disfrutar y aprehender dentro de él mi libertad, de sentir y expresar el júbilo de mi danza, la celebración de la Vida, el goce mágico junto al Fuego que dibujaba el Laberinto, una experiencia autoreferente y por lo mismo extasiante; que por cierto costó lo suyo, porque en medio de la construcción del Laberinto se nos derramó una copiosa lluvia, la cual nos obligó a desarmar todo e ir dentro de una sala, en la que formamos un bello mandala, aquí mismo te muestro la foto.
Lo increíble de esta mujer es que con lo tarde que era y después de la movida que tuvimos nos propuso volver a construir otro Laberinto en la naturaleza, o sea, sería la tercer puesta, mujer persistente, y así fue, su voluntad hizo realidad el Laberinto de Fuego sobre la tierra y con las estrellas de techo, una experiencia grandiosa.

Gracias Mujer, mis respetos y admiración!!

Mandala de Luz en la sala



Laberinto de Luz en la hierba




























Ahora, quiero invitar al hombre, a realizar en esta lectura un paralelismo, al final, el círculo es sagrado en sí mismo, más allá del género de las personas que lo constituyen, más allá si está constituido solo por mujeres, solo por hombres o por ambos, da igual. Todos somos Uno!!
Si eres hombre lee: círculo de hombres, y cada vez que leas mujer, cámbialo a hombre, solo eso.
Disfrútalo!
  
Un círculo de mujeres es un espacio de cultivo de lo femenino. Un ámbito neutral y seguro donde las mujeres nos re-unimos para compartir nuestra esencia, redescubriéndola y actualizándola.
No nos sentamos al modo jerárquico en que alguien habla al frente y el resto mira sólo en esa dirección sin poder ver el rostro de todos los participantes ni escuchar sus palabras. Nos sentamos en círculo para recordar que todas tenemos derecho a ser vistas y escuchadas.
Las mujeres nos re-unimos en círculos para recordar quienes somos y aprender entre mujeres acerca de lo femenino.
Los círculos de mujeres tienen un fuego simbólico en el centro constituido por el profundo anhelo de los corazones maternales de que todos los seres tengan casa, comida, sustento, dignidad, salud, libertad y paz; y vivan en comunión con la madre Tierra.
Cada círculo de mujeres es un embrión que hace visible el poder de las madres, de las hijas, de las hermanas; de las esposas, de las abuelas; de las amantes, de las amigas. Un lugar donde aprender a confiar en nosotras mismas y en nuestra manera de entender el mundo.
Un manantial donde abrevar para recobrar fuerza y aliento.
Un espacio donde encontrar verdadero apoyo para llevar adelante ideas y proyectos.
En el círculo, la atención y la escucha devienen poderosas herramientas de sanación cuando abrimos la rueda de palabra, práctica tomada de las tradiciones nativas americanas.
En la rueda, cuando una mujer tiene la palabra el espacio le pertenece por completo, y todas la escuchan. Ella habla desde el fondo de su corazón expresando su verdad y sus preocupaciones. Las otras escuchan con todas las células de su cuerpo, sin juzgar, interrumpir u opinar. Lo que esa mujer dice no se comenta y, cuando ella ha acabado, habla la siguiente.
Y es entonces, desde la escucha sin juicio, cuando comienzan los milagros que nos descubren que cada mujer -en su carisma y en su etapa vital, en su experiencia y en sus heridas-, siendo única es igual a todas.
El círculo de mujeres deviene así círculo de espejos donde cada mujer nos refleja que todas somos una, y todas albergamos la profunda necesidad de que el modo femenino de vivir las cosas pueda hacer su aportación en este mundo sufriente al borde del colapso.
Qué hacemos  en los encuentros?
Bailar, cantar, leer algún texto, meditar,  permanecer en silencio, hacer juntas algún trabajo creativo . y comer y beber en espíritu de celebración son el tipo de actividades adecuadas para los encuentros, que siempre concluyen con la rueda de palabra.
Para diseñar los trabajos es importante ser creativas y dar rienda
suelta a la imaginación.
Hay muchas estructuras diferentes de círculos de mujeres. Algunos están conducidos por alguna que ya tiene experiencia, otros se reparten alternativamente, la conducción o carecen de ella e improvisan el encuentro sobre la marcha.
Hay círculos cerrados, donde las mujeres siempre son las mismas; y círculos abiertos a los cuales puede asistir cualquier mujer que lo desee. Todas las formas son válidas si se adaptan a las necesidades del quienes participan.
Si hay conducción es bueno recordar que conducir es servir, o sea estar al servicio de la energía del círculo. No debe asustarnos asumir esa responsabilidad; el desafío es lograr conducir de un modo no jerárquico que a todas beneficie y, a la vez, lograr ser una más en el grupo.
Es bonito que cada círculo tenga un nombre elegido por todas las mujeres. Cualquier miembro del círculo que tenga conocimientos de canto, manualidades, danza, teatro, meditación, etc. puede hacer aportes de gran utilidad y es bueno que cada mujer, comparta lo que sabe hacer, desde un pastel hasta cantar una canción.
Los círculos de mujeres aceleran la necesaria transformación del mundo. Cuantos más círculos se creen, más mujeres despertarán y aportarán para que la esencia femenina retorne y florezca en la Tierra y en la familia humana.

Marianna García Legar
Artículo tomado de la Gaceta nº2 de La Voz de la Arboleda
https://www.facebook.com/mujeresalfuegousa


                     Gracias por compartir, con ilusión y alegría.
                     La Zia