sábado, 19 de febrero de 2011

María Magdalena Induce

Querid@, en este apartado quiero presentarte a una mujer que se nos ofrece como un precioso canal, la señora Marta Povo, a través de ella nos llega este mensaje de María Magdalena, dicho esto puedes considerar la "fuente" válida o no, pero es difícil negar su valioso contenido y por lo cual quiero compartirlo contigo. Te doy también el link de Marta, tal vez te suceda como a mí, querer saber más de esta mujer que transmite con belleza la sabiduría de Ser Mujer.
http://www.laboratoridellum.net/

Recibe mi abrazo amoroso. Zia





EL AUTOTRABAJO.
La salida del frondoso laberinto en el que hoy se encuentra la humanidad entera, así como donde está toda esa gente amada de vuestro pequeño entorno, no la podréis ver si no es informándose, reflexionando, retrocediendo, sintiendo paso por paso, sopesando dulcemente el peso de cada andadura. Viendo y observando sin emoción todos los mecanismos por los que os habéis dejado arrastrar día a día. Mecanismos psicológicos y relacionales, laborales y sociales, económicos y políticos. Tan sólo con información y tomando conciencia de vuestro proceso grupal e individual, fría, ecuánime y amorosamente, podéis comenzar a esbozar la clave de la liberación de dicho proceso y empezar a caminar suave y firmemente por los peldaños de la ascensión.
LA CHISPA DIVINA QUE HAY EN TÍ..
Cada alma humana incluye la muerte, la enfermedad y el error desde el momento mismo en que decidió separarse de lo divino y de la unidad, para experimentar la dualidad, la vida terrena y explorar el camino de reencuentro de su fuente de origen. La muerte no es sino parte de un todo inseparable. Y la Unidad de ese Todo… fue y sigue siendo la piedra angular de la enseñanza de nuestro hermano y maestro. No estéis tristes por lo que habéis hecho o por este territorio a donde habéis llegado, tan sólo informaros bien y cambiad ya lo que debe cambiarse en el ahora, con sensibilidad, inteligencia y responsabilidad. Podéis hacerlo; y podéis hacerlo hoy; ya sabéis que estáis asistidos. Pero nosotros no podemos cambiarlo por vosotros; sois almas libres.
LA CO-CREACIÓN.
Amigos, ha llegado la hora de aprender a ser los maestros de vosotros mismos y de vuestros pensamientos. Tú, y tú, y tú… eres el pilar del nuevo mundo, uno de los pilares imprescindibles de esa humanidad que ya quiere salir de su confortable cárcel. Deja de orar, deja de pedir, deja de delegarnos los cambios a nosotros. Tú eres quien crea. En la oración, en el fondo de ella, hay una negación. Todo ruego a otras esferas supuestamente superiores a la tuya, contiene y conlleva la negación de tu ser creador. Cuando pides que se arregle un asunto, estas diciendo que tú no eres capaz de cambiarlo, estás anulando tu espíritu, tu fuego, tu chispa divina, tu libertad. Al orar, niegas tu poder de crear, niegas tu luz, anulas tu fuerza.
La mayor parte de las oraciones, desde el punto de vista energético, que no moralista, muestran una falta de responsabilidad. Pides a otros seres, no importa el nombre ni el color, que se hagan responsables de tu vida y de tus circunstancias. Responsabilízate de cada cosa que ocurra en tu vida y busca la manera de crear la circunstancia adecuada. Cada uno somos un pedazo de ese dios creador de todas las cosas. Tú no eres distinto; ni inferior. Cada uno es responsable de su vida y de todo lo que crea a su alrededor. Dirige y enfoca la fuerza divina en ti. Utiliza tu poder ahora. No delegues más a otros tu andar. Incluso si quieres orar por alguien, envíale a ese alguien la fuerza sanadora que pides para él.
IMAGINA -INVENTA TU REALIDAD.
Entrena tu espíritu, comparte y reparte tu poder de crear, haz que tu chispa viaje hasta el núcleo de las personas que quieres ayudar. Puedes sanar a la humanidad entera; tan sólo se trata de emplear tu fuerza, enfocarla y movilizarla. Cuantas veces hemos oído la frase… pide y se te dará… Sin embargo, en los peldaños de la ascensión, la oración está muy al principio, como cuando los niños aún necesitan una mano para andar. En la adultez del proceso de autonomía espiritual, la oración es un refugio cómodo que niega tu don principal. En realidad, tú creas, pero siempre estamos insertos dentro de una trama de fuerzas; así que, cuando tú decides y creas algo, todo el universo crea contigo lo mismo. Eso es la co-creación. Siente en tí la fuerza de esa gran trama y vívela como una realidad. Cuenta siempre con nosotros, pero no nos delegues tus milagros. Puedes hacerlos; y ahora debes hacerlos; no hay otro camino para evolucionar y ascender.
Sueña. No contengas los sueños… Imagina. Crea. Concreta tus sueños. Hazlos realidad. No te conformes con el deseo y la hipótesis, crea la nueva realidad. No es real querer ser luminoso, o ser sabio, o ser bueno, o ser fuerte. Simplemente selo, practícalo, realízalo, verbalízalo, vive como si ya lo fueras. Crea tu realidad. Créate a tí mismo… Muta. No hay otra opción para avanzar, para ascender y para vivir esa ‘plenitud’ que ni siquiera sospechas cuan grande es. Si no sueñas, si no anhelas… no creas. Si no proyectas tu espíritu hacia algún lugar, tan sólo das vueltas en círculos. Moviliza tu espíritu hacia algún lado. Recuerda una vez más que el error no existe, tan sólo existe la experiencia. Imagina, inventa, muta, emplea tu amor y tu poder sin miedo a equivocarte.
Nunca te equivocarás, tan sólo experimentarás y explorarás. El camino de experimentación de los miles de territorios que existen, ya sean más oscuros o más luminosos, más invernales o más primaverales, conduce siempre al mismo sitio, al encuentro del átomo-germen de donde procedemos.
SOMOS LUZ Y GEOMETRÍA.
Permitidme hablar un minuto de mi amado… El Cristo que Jesús vino a mostrar, es el cristo fundamental en todos nosotros. Él tan sólo quiso recordar el Cristal que crece, que se desarrolla y transforma, que cristaliza y toma forma en cada uno de nosotros. Mi amado nos mostró la cantera, nos mostró la ganga, nos mostró la piedra tosca, el pequeño canto… y nos dijo que, dentro de esa piedra común, hay un diamante. Ese es el cristal o el cristo que venimos a pulir a través de las edades. Y la humanidad es la drusa a la que pertenecemos. La bella forma geométrica, la transparencia y la luz que refleja nuestro cristal, siempre está dentro de cada uno de nosotros. Somos eso, luz y geometría. Para que vibre ese diamante, único y peculiar, tan sólo tenemos que ir puliendo los velos y las densidades que lo cubren.
EL PECADO Y LA CULPA LIMITAN Y BLOQUEAN.
El pecado existe tan sólo en función de un dedo acusador que juzga. Y ese dedo no tiene nada de divino; procede de una humanidad que avanza a tientas por las dimensiones de la dualidad; pertenece a un juego de reglamentos y leyes inventadas por la divagación del alma. El pecado os hace mover dentro de la culpabilidad, colectiva e individual. Y esta culpa adquirida también tiene una función: bloquear el inconsciente. Olvidar quiénes sois.
LA NOSTALGIA DE LA ANTIGUA UNIÓN CON LO DIVINO ESTÁ GRABADA EN CADA CÉLULA.
Parece que nacéis con una deuda por pagar (el supuesto pecado original…) y además les dais este legado a vuestros descendientes. Hagáis lo que hagáis, parece que siempre vivís en ruptura con lo divino. Y esa es la principal fuente del sufrimiento. La culpa es la mejor fuerza para inculcar terribles frustraciones y miedos, para evitar o limitar la capacidad de evolucionar, de explorar y de ascender. Si no se trasciende ya ese antiguo código del pecado original, el primer y determinante pecado de ‘usar nuestro libre albedrío’, el resto de pequeñas culpas humanas no pueden decodificarse, pues todas proceden de ese antiguo código de culpabilidad por haberse separado del Creador. Sin embargo, fue él quien creó este camino de exploración y libertad. La libertad es tan inmensa que incluso tenemos la posibilidad de revelarnos, de explorar caminos difíciles, tenemos el derecho de equivocarnos, de buscar. Jamás olvidéis que no existe el dedo que juzga. No sois culpables…
El alma es un principio que siempre encierra la chispa del origen. Estemos en el nivel evolutivo que estemos, siempre hay una chispa candente en el interior. Descender a este plano de la existencia humana nos sitúa frente a ciertas trampas en las que caemos a menudo; es como si fuera un juego.
En el proceso de caída o densificación, nos vamos deteniendo en distintos planos vibratorios, como si fueran peldaños, o distintas habitaciones de una misma casa, y los exploramos. Al explorarlos vemos si estamos o no en sintonía con el lugar, vemos si nos gusta o no, sentimos si nos corresponde. La rebeldía existe gracias al libre albedrío. Tenemos derecho a la rebeldía porque somos libres de explorar y viajar, libres de equivocarnos, libres para sufrir y para gozar.
La rebeldía es a menudo necesaria para encontrar tu verdadero y peculiar camino, tu lugar de sintonía y plenitud. Sin embargo, cuando asciendes, el alma contempla cada vez con más ecuanimidad todos esos universos explorados, todos los mundos que uno mismo ha inventado en el pasado, y que forman parte de tu alma trabajada. El alma madura que observa, discierne y evalúa, no precisa ya la rebeldía porque honra todos y cada uno de los pasos, los estados y sintonías, pues todas ellas te condujeron a encontrar tu frecuencia. Los distintos estados de conciencia y niveles evolutivos son simplemente puntos de referencia para captar mejor o peor cada obstáculo y la propia Realidad. Y la gratitud por todo lo vivido, todo, es otra manifestación del proceso de ascensión.
Estuvimos unidos a eso que llamamos Dios. El mal no es nada más que la fuerza o el egregor (fuerza generada por una poderosa corriente espiritual) correspondiente al sentido de separación con Dios o la unidad. En el origen no existía más que la luz y el amor unificados. El mal es el campo de energía generado por ese sufrimiento de separación con Dios, de ese recuerdo, de ese vivir en el exilio, fuera de Casa. La oscuridad es la fuerza resultante de este sentido de separación existente entre el creador y la creación. Sin embargo, si hay dolor de separación, significa que hubo matrimonio; que existió unión y fusión de las dos fuerzas. Entre lo divino y lo humano hubo una unión sagrada que siempre está y estará inscrita o grabada en cada célula y circuito de todo ser viviente.
EL PODER TERAPÉUTICO DEL SILENCIO.
El problema está en el olvido. En realidad no habéis hecho nada más que olvidar desde que nacisteis. Habéis olvidado quien sois. De donde venís. Qué hay dentro de vosotros, de qué estáis compuestos, cuál es vuestro origen… Escuchad. Tan sólo escuchad. La voz os hará saber vuestra verdad interior. No ignoréis el poder del Silencio. Tan sólo la fuerza del silencio os hará libres. Es el silencio interior quien borra toda la cháchara del exterior. El silencio es vuestro mejor terapeuta. Es precisamente el silencio tu guía custodio para encontrar tu origen. Es a través del silencio como puedes recordar quién eres. Escucha el silencio. Eso no es una frase bonita… Deja de leer este texto, cierra los ojos y estate atento tan sólo al silencio. Aunque haya ruidos exteriores, tú tan sólo enfócate en el silencio.
Pon tu foco en el vacío, en el silencio que hay entre ruido y ruido. Tan sólo escucha. Allí, en el silencio y en el vacío, está contenida la fuerza armónica de la Vida. Son los silencios entre nota y nota lo que hace que exista armonía en la música. Atiende hoy a ese potencial del silencio y empléalo para la regeneración de tu Luz.
SI AHORA HAY MUCHA SOMBRA ES PORQUE HAY MUCHA LUZ.
Amados… es cierto que ahora está muy presente la fuerza que habéis llamado el anticristo. Es una presencia real en vuestra vida planetaria y cotidiana; es incómoda, pero al mismo tiempo positiva, porque os obliga a reaccionar. Si no hubiera sombra, no habría tampoco toma de conciencia de la necesidad de la luz. Esta presencia de la sombra nos obliga a todos a trabajar sobre nosotros mismos para crecer. Eso ocurre en la Tierra, en otros planetas y en distintos planos vibratorios. Si ahora hay mucha sombra sobre la Tierra es también porque hay mucha luz. Se trata de pura física: cuanto más alumbra un poderoso sol a un objeto, tanto más intensa será la sombra que proyecta. Si apenas hay sol, apenas hay sombra. Si hay tinieblas sobre la Tierra es porque en estos momentos está llegando una luz muy resplandeciente. Los acontecimientos anuncian la llegada de una gran ola de luz, pero aún no estáis en el fondo del agujero. Durante la caída de un objeto al agua, cuanto mayor es la velocidad, mayor es después el rebote de subida. Ahora estáis cerca de tocar fondo y por tanto, por el impulso, de reencontrar una luz muy poderosa. Aguardad grandes acontecimientos en un futuro próximo y acelerad vuestro proceso de transformación individual pues de esta caída y de vuestra metamorfosis dependerá la nueva luz de la humanidad entera.
En mis vidas terrenas he experimentado los efectos del riesgo y todas las consecuencias generadas por el movimiento de mis decisiones y mis actos. Cuando conviví con el Amado, sentí que no debía imitar su actitud, ni sus ideas, como la mayoría hacía a mi alrededor, sino que fuí descubriendo paulatinamente su Esencia y fuí penetrando en su misma sintonía. Se puede decir que mi alma se arriesgó. Decidí sentir en mí sus verdades, sus palabras, su amor a Dios y a la Unidad. Jamás creí en él… sino que permití que su fuerza me atrajera, permití que se produjera el magnetismo entre su esencia y la mía, una fuerza muy distinta de la electricidad, aunque corran paralelas.
La fuerza de atracción del magnetismo, en cualquier faceta, es una clave para comprender la fuerza del Amor. La creencia es como una muleta innecesaria e ingenua. Las creencias son una fuerza ciega e incluso a veces insensata e ilógica. La creencia parece que dista mucho de la confianza, la fe y la certeza. La creencia jamás es una experiencia, ni un conocimiento directo. En el fondo, la persona que cree en algo, es un ser influenciable que acepta que otros piensen por él; alguien que permite que otros digan cómo alimentar su alma única y peculiar.
Experimentar significa simplemente arriesgarse. En el riesgo está contenida la fuerza de la fe. Sin riesgo y experimentación directa, tan sólo nos queda la creencia y la imitación. Sin el riesgo, tan solo vive en tí el temor y el miedo, esté o no disfrazado, el cual se diluye rápidamente cuando arriesgas y te atreves a dar nuevos pasos hacia lo desconocido. No te estoy hablando tan sólo de misticismo sino de arriesgarse a experimentar nuevos territorios en tus relaciones, en tu trabajo y en tu cotidianeidad. Esa es hoy mi visión, mi vivencia y mi aportación.
El Amor que supera y trasciende al amor, siempre florece, jamás muere. El Amor no se manifiesta a trocitos, según las necesidades de cada uno. El Amor se manifiesta del todo y a todos, sin dosis ni distinción. Cierto es que eso es precisamente lo que todos estamos aprendiendo hasta el fin de los tiempos: a amar; amar y seguir amando. Este es el gran aprendizaje; de hecho se podría decir que es el único aprendizaje. Pero no todos los seres humanos saben recibir amor… Saber abrir los brazos plenamente cuando uno es amado por alguien, es algo que también se aprende y se cultiva. Y se aprende cuando lo observas en tí, lo disciernes y cuando reconoces tu resistencia a ser amado.
Resistirse a ser amado es frenar la fuerza de la Vida y del crecimiento sin fin. Sin embargo, dar amor y expresar ternura a veces requiere paciencia y benevolencia pues la respuesta a tu amor a veces es la indiferencia, el silencio y la ignorancia del otro hacia tu Ser. Esa indiferencia es la causa de muchos sufrimientos. Retírate de los lugares donde no te aman, pero aprende también a retirarte cuando tú aún no amas. Recuerda que el Amor puro siempre florece y se manifiesta en plenitud, armonía, ritmo y constancia, jamás es una retención, o una condición, o un intercambio de intereses a tiempo parcial. Emanar amor y recibir amor es todo un acto consciente e inteligente. Pon atención a tus relaciones, ya sean más o menos íntimas.
El Amor a la vida y a los seres es un elemento divino que se construye sobre la fuerza de la Voluntad y el Discernimiento. Estos son sus dos grandes pilares. Eso fue lo que aprendí de mi amado…

Namaste