martes, 12 de abril de 2011

Testimonio de la Ceremonia Huichol

Holísima querid@, otra vez queriendo compartir el Regalo de la presencia del Abuelito Antonino en Ceremonia con Peyote, pero esta vez te dejaré el testimonio de un hombre, Julio, que está haciendo Camino junto a mi ya hace casi un año, aunque en un trecho salió huyendo, volvió impulsado por el anhelo de liberarse, me arriesgo a decir, porque en definitiva, en lo más profundo es el anhelo básico de todos nosotros, liberarnos de las opresiones que no nos dejan remontar Vuelo.
Quiero compartir también que la decisión de Julio de ir a la Cere no fue de buenas a primeras, tuvo que atravesar algunas resistencias, las que no voy a declarar yo aquí, solo decir que el que este hombre se haya permitido compartir con un grupo, y aun más dentro de una práctica chamánica con Planta, es un milagro.
Así que Gracias Padre Gracias Madre!!
Esta es la carta que me escribe después de la Cere y no pude dejar de pedirle autorización para compartirla contigo.

Hola Zia,
Voy a describirte lo vivido en la ceremonia. Para no perderme en detalles, que tú ya conoces por tus propias experiencias, iré al grano compartiendo los momentos más significativos, y te lo presento como resumen para que el ego no se pierda en un baño de lenguaje.
Llegada:
A la estación de Manresa vino a buscarme Toni y su querubín. Un niño de tres o cuatro años igualito que un angelito. Me tranquilice. Sentí que iba por buen camino.
Recepción:
Las primeras personas que contacte de la ceremonia fueron Susana y Patricia. Con ellas rompí el hielo, bueno, fueron ellas que lo rompieron por que yo me encontraba fuera de lugar.
Supieron acogerme con cariño y sencillez. Compartimos el trabajo de preparar una ensalada y Susana me enseño que en una ceremonia con peyote todo cuenta. Ya desde el inicio la Tierra observa como te entregas, por lo tanto cualquier tarea: recoger flores, preparar la comida, cualquier trabajo si lo haces como ofrenda es bien recibido.
Patricia me enseño, desde su belleza de flor, la actitud para estos encuentros: una sonrisa sincera, libertad para que te adaptes, y la sencilla fluidez de estar allí como uno mas, solo con cariño, como te regala su perfume una flor.
Empezaron a llegar hermanos. En concreto cuatro hermanas. Me sentí incómodo pero Susana supo administrar el tiempo y al final todas estaban haciendo algo y yo me quede solo.
Intermedio:
Mientras iban llegando los concurrente aparecieron Toni y su querubín, y Kogi, un colombiano genuino. Había que llevar leña para el fuego. Estuve muy a gusto. Compartimos el trabajo. Converse con Kogi del pueblo Kogi, al que admiro desde mi corazón. No todo el mundo los conoce pero son el pueblo más inteligente de la tierra. Gracias al trabajo hecho por el fuego el Fuego luego me hablo, Susana no mentía.
La ceremonia se iba acercando, la gente iba llegando y yo quería asegurarme de que tendría una sanacion individual con el abuelo Antonino para que extirpara el Odio hacia el ser humano que tu bien sabes que tengo.
Por eso fui. Me has enseñado que es obsceno acariciar a un hermano cuando estas sucio. Todos pensamos en las manos pero no en el corazón.
La cosa estaba difícil. Rogelio me dijo que el Abuelo descansaba y hasta el día siguiente no habría sanación. Me desilusione. El nahual del 9 de Abril era Tajix, el cuhillo de Onix, el día del sanador que podía abrir de un tajo mi corazón para que el odio se esfumara como una nube de alquitrán. Me resigne y me deje llevar.
Fue llegando mucha gente. Empecé a agobiarme por la falta de cultura de no saber que lo hermoso es ir al encuentro de quien llega y no al revés. En esas Ana, la Sra. del Fuego me pregunto si lo tenia todo preparado para ir a la ceremonia y al decir si, nos fuimos.
Preámbulo:
Ana me ofreció la ventaja de llegar el primero y escoger donde ponerme. Y en el inmenso circulo busque el lugar mas apropiado. Justo delante del Abuelo Antonino, al otro lado del fuego.
Ceremonia:
La ceremonia tardo mucho en comenzar. Iban llegando y tomando asiento.
A mi izquierda se sentaron dos parejas foráneas y a mi derecha otras dos.
Entonces empezó el Baile de la Almohada.
Yo lleve mi cojín de meditación. Pues bien, el cojín tomo vida propia y empezada la ceremonia iba de un lado para otro en el vaivén de hacer sitio a los que llegaban y al paso que Ana necesitaba para alimentar el fuego. Al final me quede fuera del circulo, detrás de las dos mujeres que me flanqueaban. Estas eran Voz de Ángel, una hermosa Navarra que cantaba como si acunara a un niño en el cielo y Elizabeth, la anónima pureza que mas tarde nos bendeciría todos.
Me cogió el cabreo, era como estar en el metro. Pero recordé la actitud de Patricia y entendí que tampoco me había mentido. Una sonrisa de cariño sincero y fluir. Así que cuando me dijeron una y cincuenta veces que me pusiera entre las dos opte por sonreír, agradecer y decir que ya estaba bien.
El Abuelo al frente me hacia salir del circulo para que viviera lo que había venido a vivir y no lo confundiera con una fiesta.
Los Tres Pájaros:
El inicio de la ceremonia, ya sabes como es por que las has vivido por lo tanto conoces el propósito del primer rezo y pasamos al segundo. La bendición de los instrumentos.
La maraca que me dejaste fue determinante en mi ceremonia. El dibujo que le da vida es un tucán, ave del paraíso, como la guacamaya que me protege, y animal protector del nahual del 9 de abril Tijax.
¡¡¡¡Que coincidencia jajajajaajjajajajajajajajajajajaja!!!!
Por lo tanto te cuento como se presencio el Pájaro de Fuego, o la gran fuerza de la Madre Tierra.
Cantos y timbales, ya sabes. Creando feeling, yo muy animado no estaba de echo utilice la maraca cuando alguien que no recuerdo bien empezó a tocar el tambor con tal energía que le acompañe arrastrado por su fuerza. Fue un momento mágico, tanto que sentí que tenia que irme y me fui. Busqué un lugar en el que el fulgor de la hoguera no nimbara el resplandor de las estrellas y me entregué. Sentí que estaba conectado a la tierra con el cordón que me enseñaste y alce las manos al cielo para ver que pasaba, y sucedió. Tuve una sacudida de alto voltaje - Cielo y Tierra me dieron una descarga por la que estuve sacudiéndome un tiempo indefinido hasta que aparecieron figuras humanas que me hicieron volver al lugar donde estaba. El Pájaro de Fuego se había hecho presente. Fue como un orgasmo sacudiéndome de arriba a bajo. Si el Tijax puede abrirte a otras dimensiones a mi me la abrió del todo por que a partir de aquí la ceremonia fue otra.
Al volver al círculo y tras algunos cantos Rogelio animo a que participáramos con nuestras peticiones. Se dijo de todo. Yo pedí en silencio por ti y por la familia. Entonces sucedió. Iba pensando en pedir por aquellos muertos que vagan perdidos y de los que ya nadie se acuerda cuando el corazón de la hoguera se transformo en oro líquido en el que no cesaban de aparecer rostros, era continuo, unos sufrían, otros reían.

Me vi a mi mismo, no podía creerlo. Pensé que estaba viendo el infierno hasta que con unos colores sorprendentes surgió la guacamaya. Fue una visión preciosa.
La guacamaya es el sol de los muertos. Pero no del infierno. Viendo como Ana alimentaba el fuego sentí que no podía ser el infierno. El infierno se alimenta de odio. Por lo tanto aquel oro liquido era otra cosa, tal vez el corazón del sol, el corazón de una estrella que el amor va alimentando para darnos la oportunidad de salir de nosotros mismos y brillar para los demás.
Entregarse sin pedir ni exigir ni esperar. Amar sin más.
El ritmo de la ceremonia cambio con las bendiciones de los objetos. Fue Elizabeth la escogida para darnos a beber y bendecirnos. Y la ceremonia fue siguiendo su curso hasta el amanecer en que acudió el tercer pájaro.
Lo llamaré el pájaro cantor por que todos quedamos asombrados con el canto que nos dedico. Patricio le respondió con la canción del pajarito enamorado, jajajj, que tierno. Rogelio dio fin a la ceremonia. Y ya con el día clareado algunos empezaron a marchar.
Los abrazos se sucedieron. Pude abrazarme con todos sin sentirme traicionado.
No se puede pedir mas considerando que eres la única persona a la que abrazo desde hace muchos años, ni siquiera en casa nos abrazamos jamás.
Se terminó con las sanaciones individuales. Cuando me toco el turno me abandoné al Abuelo como cuando me abandono a ti.
Compartí su energía pidiendo en silencio que extirpara el odio de mi corazón hasta que me calmé. Una luz clara me invadió como si estuviera flotando en el interior de una nube. Sentí una paz inmensa.
Toni y su querubín me acompañaron a la estación.
Ahora solo siento gratitud, hacia ti y hacia todo el grupo que participo por que sabiéndolo o no me ayudaron a realizar un viaje a lo mas profundo de mi ser, a esa luz que dices que tengo. No es odio lo que tengo Zia, es puro egoísmo. Odio por que espero y nunca llega nada. Y eso es un infierno. Pero esa misma luz que te quema te puede sanar cuando la das sin esperar nada, entonces dejas de ser un infierno para ti y te transformas en un sol para los demás.
Gracias Julio Querido del Alma, gracias por atreverte a abrir tu corazón y compartirlo con todos nosotros.


AHOOOO!!